Salgo en El Plural...Ay no, qué corte

Cuando pensaba que mi única posibilidad de ser famoso pasaba por liarme con alguna operada y dejar que me despellejaran en Sálvame de Luxe, ayer, de repente, vi la luz.

Mi mujer estaba con el ordenador después de cenar. Últimamente, con esto de las primarias, se lo tengo secuestrado por más horas de las recomendables, y le toca usarlo a horas intempestivas. "A ver si llega el día 3, gana Trini, y te relajas un poquito", me dice. La verdad es que ella tiene las mismas ganas que yo en que llegue el 3 y gane Trini, pero la pelea por el ordenador ha sustituido últimamente la pelea por el mando de la tele.

Y me vio: "eh, mira, te han puesto en El Plural". Resulta que los de El Plural han hecho un especial sobre las primarias y mi blog aparecía como uno de los "recomendados". No me lo podía creer. "A ver si a partir de ahora me leéis un poco más", les dije a mis hijas, que, incomprensiblemente, prefieren leer cosas de vampiros antes de leer lo que escribe su padre.

No toda mi familia es así: mis hermanos se han conjuramentado para leerme alternativamente y así poder comentarme algo de vez en cuando. Me garantizo así un mínimo de dos lectores a la semana, que no está nada mal.

Pero con esto de El Plural se abrían las puertas del cielo. De aquí al Washington Post hay un paso y estaba dispuesto a darlo (en cuanto me saque el B1 de inglés). Nervioso acudí al correo electrónico. Tenía que contárselo a algunos amigos para que vieran que, a pesar de mi reciente popularidad, seguía siendo el mismo tipo. "Me tomaré las cañas donde siempre", pensé, para que luego no me digan que cómo he cambiado desde que me sacan en El Plural.

"¿Me llamará Sopena?", "¿Lo hará él directamente o tendrá una secretaria que haga el primer contacto?". Qué nervios. Estaba nervioso por lo de la llamada y por lo que le iba a decir. No sabía. Por un lado me daban ganas de decirle que sus análisis sobre las primarias eran..., eran una...., no eran todo lo objetivos que se podía esperar de un periodista como él. Por otro lado, no sabía si decirle lo que pienso podía cortar mi carrera imparable hacia América y más allá. Pero es que a mí siempre me ha gustado decir lo que pienso, especialmente a los "jefes"... Qué dilema.

Para cambiar de atención mi cabeza me puse a escribir el discurso que pronunciaría cuando recibiera el Pulitzer. ¿Se lo agradecería a mis hermanos por haber estado siempre ahí? ¿a Sopena por descubrirme? ¿a todos los santos del cielo, como Almodovar?. Y en estas me quedé dormido.

Esta mañana, a primera hora, ha sonado el teléfono. Uno de los amigos a los que había escrito me dice "¿pero tú tienes estudios, piltrafilla?". Resulta que lo que está haciendo El Plural es poner a todos los blogs con alguna entrada que ponga primarias, o Trini, o Tomás... No sabemos si también te sacan, viendo sus imparciales análisis, si pones "Zapatero a la deriva", o "Blanco, la personificación del diablo", o el último hit "Rubalcaba, si no eres de Madrid, para qué hablas".

Total, que no estaba ahí por mi verbo fácil, ni por mis sesudos análisis, ni por mi jacarandoso reflejo de la realidad. Simplemente había escrito una entrada que se titulaba "Trini y Jaime, un tándem ganador".

Rompí en mil pedazos el discurso del Pulitzer. Según me iban llamando amigos mi vergüenza iba en aumento. A mis hijas les dije "seguid leyendo cosas de vampiros que esto de la política es un asco".

Hoy todo sigue como ayer antes de la hora de cenar. Hermanos, seguid leyéndome, plis.

Y encima hago esta entrada sin poner en el título las palabras mágicas de primarias, o Trini, o Tomás. Bueno, por si acaso me sacan en El Plural, ahí va eso: TRINI PUEDE