DEFENDIENDO LA EDUCACIÓN Y LA SANIDAD PÚBLICA. DEFENDIENDO EL ESTADO DEL BIENESTAR.

POR AQUÍ, ÚLTIMAMENTE, ANDO POCO. ES MÁS FÁCIL ENCONTRARME EN FACEBOOK O EN TWITTER

martes, 17 de febrero de 2015

Han pasado 25 años

Han pasado 25 años de aquel 17 de febrero de 1990. No fue el día más feliz de mi vida, para nada. Los nervios que me comían, literalmente, habían hecho que adelgazara como nunca, como nunca antes había estado y nunca más volvería a estar. Hasta aquel traje de talla mini me entró holgado. Demasiados nervios, demasiado estrés, demasiados familiares y amigos a los que atender, demasiado de todo como para poder considerarlo el día más feliz de mi vida.

Sin embargo si fue el día más importante de mi vida. Aquel 17 de febrero cambió mi vida para siempre, dio un vuelco radical, cambió para bien, para muy bien. Fue como si ese día me hubiera tocado la lotería y, desde entonces, vivo gracias a esa lotería de la que aún queda mucho por gastar.

Fue en ese cine, ¿te acuerdas?, en una mañana al este del Edén, cuando nos conocimos, hace ya más de treinta años. Ese cine donde trabajábamos ya no existe, pero esta canción nos ha acompañado siempre y siempre la hemos recordado como el inicio. Después, cinco años y medio después, nos casamos, el 17 de febrero. Si hubiéramos esperado un poco más, al 20 de abril del 90, hubiéramos tenido otra canción. Pero fue en febrero, en un día precioso, despejado, en el que el Sol nos ayudó a que todo saliera bien.

Desde entonces hemos compartido mucho, todo. Hemos compartido trabajos, desvelos, sueños, buenos y malos ratos, situaciones económicas difíciles y otras que no tanto, piso de alquiler y piso que será en propiedad dentro de 10 años, cuando dejemos de pagar la hipoteca. Y hemos compartido lo más importante de nuestra vidas, nuestra hijas, Ana y Eva.

Nos hubiera gustado repetir, ahora que hacemos 25 años, nuestro viaje de novios a Tenerife. Pero…no ha podido ser…tal vez el año que viene… Nunca podremos agradecer bastante lo que hicieron tus tíos Pepe y Elvira, que nos cedieron su casa en Tenerife para que pudiéramos tener aquel viaje. Pero bueno, nos hemos hecho un tour por la provincia de Ávila este fin de semana largo…

Tú, que te merecías un príncipe o un dentista que te llevara a Tenerife o más allá, te quedaste conmigo y aún sigues, después de 25 años. No sé lo que pasará en el futuro, pero parece que una vez superadas estas bodas de plata, parecen mucho más alcanzables las de oro. Igual es una meta muy lejana y es mejor pensar como hasta ahora, en seguir dentro de un rato, mañana, la semana que viene. Y así, poco a poco, seguir construyendo aquello que empezamos hoy hace 25 años, aquel 17 de febrero de 1990.

Volvería a repetir aquel día, lo repetiría una y mil veces, y volvería a decir aquel sí quiero.


Pero aquello ya paso. Hoy, sólo puedo decirte que te quiero y que me gustaría pasar el resto de mis días contigo. ¿Te apuntas?