Mi amiga María Jesús, en su blog Placeres Recuperados hace una defensa clara de los productos de Galicia, su tierra. Y la hace siendo consciente que, por desgracia, en todos los sectores, en todas las profesiones, hay un porcentaje pequeño de sinvergüenzas que pueden dar al traste con el trabajo de años de los profesionales decentes.
Hace un par de días , cuando os hablaba de soluciones para el futuro ante la crisis, comentando el caso de Finlandia, os comentaba cómo el Estado, junto con el sector privado, había trabajado en buscar nuevas posibilidades frente a las nuevas perspectivas.
España, desde el gobierno y las Comunidades Autónomas, lleva ya muchos años trabajando en que los frutos de la tierra, de la ganadería, los frutos del mar, gocen de una gran calidad. La apuesta por la calidad, que no tiene por qué ser incompatible con la cantidad, se lleva haciendo durante largo tiempo, y una de las formas más claras es con los Productos con Denominación de Origen. Os recomiendo visitar la página del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino donde se relacionan todos los productos con denominación de origen. Se está haciendo un importante esfuerzo por parte de la Administración y de los agricultores, ganaderos, pescadores y mariscadores para garantizar que los productos con este sello tengan los máximos niveles de calidad, esfuerzo que se complementa en muchas Comunidades Autónomas con sellos de calidad que otorgan a los productos que garantizan que la tienen.
Este es un camino de futuro que se emprendió hace ya muchos años, que va a resistir los ataques de unos cuantos sinvergüenzas, que en todos los sitios los hay, y en el que la administración debe continuar apoyando con controles de calidad y con campañas informativas. El campo y el mar forman parte también del futuro, y debamos trabajar todos por la calidad de los productos que de ellos se obtengan.
Hace unos años le mandé a una persona con altas responsabilidades en el Gobierno una idea sobre la creación de una feria itinerante de productos con Denominación de Origen, feria que recorriera todas las capitales de provincia y grandes localidades mostrando, informando y vendiendo estos productos, y que recorriera las principales zonas turísticas en las épocas de mayor afluencia de estos. Que conforme a los resultados, esta feria se convirtiera en permanente en determinadas ciudades. Planteaba también la creación de una central de compras de estos productos, para que el pequeño comerciante no tuviera que dedicar excesivo tiempo para comprar quesos de Galicia, vinos de Castilla y jamones Andaluces. Y planteaba también que estas ferias se dirigieran también a las principales capitales del mundo, posiblemente de la mano del Instituto Cervantes, ya que no hay que olvidar que todos estos productos forman parte de nuestra cultura. Y que allí donde tuviera la aceptación necesaria, se establecieran centros de venta de los productos españoles con Denominación de Origen.
Todo este plan ayuda a mantener y aumentar puestos de trabajo en el campo y la mar, ayuda al pequeño comerciante, ayuda a la exportación de nuestros productos y a mejorar la balanza de pagos. Y es un plan que no tiene que ser excesivamente costoso. Hay que seguir impulsando los productos de calidad de España, y esta puede ser una de las fórmulas.
1 comentario:
Hermosa la poesía de tu última entrada-a día de hoy- y muy buena tu reflexión sobre la calidad de los productos de cada lugar y la forma de promocionarlos, que expones en este otro artículo.Hay que hablar, hay que exponer las ideas, hay que hacer propuestas.Algo de lo que sembramos germinará.
Querido Alberto, ahora que te has lanzado a escribir en tu bitácora ya lo sabes...¡Qué sería de nosotros sin nuestros Blogs!
Y...¡gracias!
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