Visto lo visto en la Alameda de Osuna, vistos los 43.000 árboles que talaron con motivo de las obras de la M-30, vistos los cipreses catalogados que también talaron en la entrada del Parque de El Carpicho, visto cómo los policías municipales agredieron a vecinos y concejales en Virgen del Puerto por oponerse a que se talaran los árboles, visto cómo Oscar Iglesias (PSOE) e Inés Sabanés (IU) fueron denunciados por oponerse a estas talas, visto como los palitos sustitutorios que plantan se dejan secar, para volver a poner palitos, para dejarlos otra vez secar..., propongo una reforma del artículo 45 de la Constitución, incluyendo un nuevo punto 4 que refleje la realidad que vivimos en Madrid.
Artículo 45: Medio ambiente. Calidad de vida.
1.- Todos tienen el derecho a disfrutar de un medio ambiente adecuado para el desarrollo de la persona, así como el deber de conservarlo.
2.- Los poderes públicos velarán por la utilización racional de todos los recursos naturales, con el fin de proteger y mejorar la calidad de vida y defender y restaurar el medio ambiente, apoyándose en la indispensable solidaridad colectiva.
3.- Para quienes violen lo dispuesto en el apartado anterior, en los términos que la ley fije se establecerán sanciones penales o, en su caso, administrativas, así como la obligación de reparar el daño causado.
4.- Gallardón y el resto de los neomorro no están obligados a cumplir los tres puntos anteriores.
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