El problema se presenta cuando alguno de los seguidores del poder no admiten que haya otros planteamientos distintos: no admiten a los que se unen para defender intereses comunes, pero les viene bien porque así los tienen clasificados; y sobre todo no admiten a los que quieren ir por libre: no les pueden clasificar y son más difíciles de criticar. Entonces buscan, y si te ven hablando con Miguel, eres miguelista, y si te ven hablando con Juan, eres juanista. Y así, sólo con repetir ¿sabías que fulanito es miguelista? ya no necesitan más, porque se supone que con esa clasificación ya están descalificados para todo.
Que pena y que vida tan aburrida el tener que ir buscando lo que no hay. Para todos ellos, que por suerte son los menos, les dejo esta canción de No me pises que llevo chanclas: ¿Y tú de quién eres?.
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