"Lo han hecho para delinquir, robar, hacer la vida imposible a los vecinos y aprovecharse del sistema de ayudas". Esta frase la decía un dirigente del PP catalán.
En un primer momento todo fue alegría. Por fin, pensaba, alguien del PP va a poner en su sitio a sus compañeros de Valencia o Madrid y les dice bien clarito lo sinvergüenzas que son los que se han forrado con Gurtel y aledaños.
Pero era sólo el titular.
Leyendo la noticia, resulta que este bípedo no se refería a los múltiples personajes del PP que "lo han hecho para delinquir, robar, hacer la vida imposible a los vecinos y aprovecharse del sistema de ayudas". No, se refería a los inmigrantes que, según el humanoide, han venido a España para hacer todas esas cosas.
En líneas generales soy hijo de inmigrantes romanos, y de visigodos, y de musulmanes árabes y bereberes, y de franceses y de ingleses, y de… Los inmigrantes no son “los otros”, somos cada uno de nosotros. Por suerte, mi familia no tuvo que salir de España durante la guerra ni durante las hambrunas posteriores del fascista Franco. Pero muchas de las familias españolas sí que han vivido en primera persona el fenómeno de la migración, ya sea “in” o “e”. Meterse con los inmigrantes es meterse conmigo, es meterse con cada uno de nosotros. Con él no, claro, que tiene línea directa de sucesión con Adán y Eva.
Este animal con traje, que es el candidato del PP a la alcaldía de Badalona, debería saber que sí, que hay un porcentaje mínimo de inmigrantes que vienen a España a delinquir, un porcentaje muy similar al de delincuentes nacidos en Madrid o en Badalona. Si quiere encontrar porcentajes significativos de delincuentes no tiene más que mirar entre los dirigentes del PP en Madrid o Valencia. O incluso, mirándose en el espejo, buscar el porcentaje de delincuentes entre los candidatos a la alcaldía de Badalona.
Luego la gente se extraña de que en España no haya partidos xenófobos y fascistas como en el resto de Europa. ¿Para qué?, si el PP les acoge a todos con los brazos abiertos.
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