La base social de ETA en Madrid

Se habla mucho estos días de que la base social de ETA en el País Vasco y Navarra está disminuyendo a buen ritmo. Sobre lo que pasa allí no me atrevo a decir nada, porque creo que es necesario vivirlo para poder formarse una opinión de lo que ocurre. Sólo una cosa: mi más sincero respeto y reconocimiento a todos los demócratas, del partido que sean, y a los que no sean de ningún partido, que día a día, hora a hora, demuestran un valor que, los que lo vemos en la distancia, no sabemos si seríamos capaces de tener.

Pero de Madrid sí hablo. Y en Madrid la base social de ETA no sólo no disminuye sino que aumenta cada día. Llevamos una temporada en la que esa base social, aquella que está deseando que vuelva a haber atentados, aquella que no se resigna a la posibilidad de que desaparezca ETA con un gobierno socialista, aquella que prefiere una España rota antes que roja, se está haciendo cada vez más fuerte, cada vez se la oye más.

Está en las radios de la extrema derecha, en los periódicos del mismo signo, en los bares y, cómo no, en el parlamento. Esa extrema derecha de Madrid (¿existe otra derecha en Madrid que no sea extrema?) grita, se exaspera, vocifera, brama ante la posibilidad de que ETA desaparezca. Piden la muerte, literalmente, de Zapatero y de Rubalcaba.

Mucho se nos critica a los socialistas porque, en muchas ocasiones, nuestro debate es público y, cuando creemos que alguien se está equivocando, lo decimos a los cuatro vientos. Seguramente en ocasiones nos pasamos en las críticas internas, que convertimos en externas, pero prefiero mil veces antes pertenecer a un partido que se pasa en hacer públicos sus debates, que pertenecer a otro que no es que no los haga públicos, es que no tienen debate.

Porque la realidad es que la extrema derecha de Madrid se ha adueñado del PP, y nadie se atreve a decir ni mu. Creo firmemente que la mayor parte de la gente del PP es de derechas, sin más, pero se están dejando gobernar por la extrema derecha que tienen incrustada en sus filas, la que más grita, la que maneja los medios de comunicación, la única que se oye.

Queda la duda: ¿existe la derecha en Madrid o sólo hay extrema derecha? Mientras el silencio de los supuestamente moderados siga así, en silencio, sólo habrá extrema derecha. Y como los extremos se unen, es una extrema derecha que se une a ETA, y forma su base social en Madrid para reclamar que no desaparezca ya que, sin ellos, no tienen discurso.

¿Tienes algo que decir, Gallardón?