Lo de nunca te acostarás sin saber una cosa más es muy cierto, y con la derecha que tenemos en España hay días que aprendes más de una cosa. Si es que son tan listos ellos, educados en coles de pago, que es normal que nos enseñen a los demás.
Así, por ejemplo, ya sé que puedo decirle a mi vecina facha, o a la madre de algún alcalde pepero, o a cualquiera de sus hermanas, o a su mismísima mujer, que cada vez que las veo me pongo palote. Y no sólo decírselo a ellas: si alguna vez algún medio de comunicación me hace una entrevista, podré decir en público lo brutote que me pone la madre del alcalde pepero. Seguro que nos les importa y, en caso de hacerlo, ya sé que sólo tengo que decir que era un exceso verbal producto de decir lo que pienso. ¡Y a mí que no me enseñaban estas cosas en la escuela pública! Este es el don de gentes que siempre han tenido los machos-machos de siempre.
Pero hay más, que lo que es capaz de enseñar el fascismo patrio da para mucho. Ya sé que puedo escribir en este blog (no tengo nivel para un libro) que he violado a dos chicas de trece años, que pueden ser perfectamente las hijas de algún ilustre pepero, y decir que son unas zorras, y que el violado realmente era yo, y que visten como putas… puedo recrearme en la escena todo lo que la baba me permita antes de mojar el teclado.
Seguro que a Esperanza Aguirre le parecerá completamente chistoso y hasta me llamará majete. Y si alguien, después de sacarme una pasta con el libro (ah, no, que yo sólo escribo blog) me dice que soy un sinvergüenza, no tengo más que decir que es una literaturización y que sólo me tomé una coca ligth con las hijas del facha de turno. Seguro que el facha en cuestión se quedará tranquilo sabiendo que lo que cuento es sólo un recurso literario, y que Esperanza Aguirre me contratará para llevarme una pasta de Telemadrid.
Por fin mis días de pobre y de no prosperar en política se han acabado. A partir de ahora, facha que vea, le digo lo primero que se me pase por la cabeza, y así podré ser alcalde de Valladolid. E hija de facha con trece años que vea me la follo (es la expresión que utiliza Sánchez Dragó, en sentido literario, claro), y puedo acabar escribiendo libros (por fin) y dirigiendo-presentando programas en Telemadrid, y publicando en Planeta.
Y luego a robar todo lo que pueda y más, en Gürtel, o en Guateque, o en Brugal o donde sea, que tampoco será para tanto robar si el insultar a las mujeres o violar a niñas es impune, y hasta recibes mensajes de Gallardón y Rajoy diciendo que qué machote eres.
Lo que uno puede aprender de esta gente con tantos valores y principios.
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