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viernes, 14 de junio de 2013

Es el rosa de Sevilla con un grado más

Una rosa juanto a la parada del autobús 114 que me lleva a trabajar

“Es el amarillo de Cádiz con un grado más, el rosa de Sevilla tirando a carmín, y el verde de Granada con una leve fosforescencia de pez.” F.G.Lorca

Me resulta raro, pero hoy voy a escribir optimista. Puede que sea porque es viernes, pero no es un viernes cualquiera. Es un viernes de una semana en la que me ha gustado en lo que ha pasado y que espero que me guste en lo que le queda por pasar. Por eso hoy, en mis gafas rojas, incluyo unos cristales rosas, como el rosa de Sevilla, para verlo todo de ese color. Dicen que es el color del optimismo; pues bien, en eso estoy. Y aviso: me voy a enrollar, que hoy tengo ganas, así que si no te apetece leer mucho, ves dejándolo ya.

Tampoco es que hayan pasado grandes cosas. O sí, que lo grande y lo pequeño depende también mucho de que el cristal con el que mires sea plano, cóncavo o convexo. Y como decía La Mandrágora "no sé tus escalas, por lo tanto eres muy dueña..." Voy a diseccionar la semana y, con ella, los motivos de este color rosa de hoy.

El lunes, un puñetazo en la mesa. Bueno, que tampoco llegué a darlo, ni siquiera metafóricamente, pero me bastó con mostrar la intención de darlo. Venía ya con el puño cerrado desde el viernes anterior. Harto de tonterías en mi empresa, en el cliente, tonterías que estaban consiguiendo amargarme en el trabajo, me puse serio. Y ¡zas!, como si no existiera la semana pasada, de repente todo han sido sonrisas, buenas maneras, personas educadas. He trabajado mucho, muchísimo, y no me importa, nunca me ha importado, pero estaba hasta el gorro de malos modos, y de amenazas, y de broncas esta hora sí y la otra también. Es una pena que haya que amenazar con pegar un puñetazo en la mesa para que algunos jefes entiendan que los trabajadores somos personas, y no esas cosas que dicen ellos que si das una patada en la piedra salen veinte como tú. Empezó bien el lunes.

Y el lunes también estuve ensayando con el Grupo de Teatro Retruécano, que ya casi estamos en capilla. Estrenamos el sábado que viene, el 22J, en el Museo de Ciencias Naturales, una obra que se llama “Apuntes sobre Lorca”. Estamos bien, optimistas, y haciendo con los flecos eso que se hace con ellos, que no sé si es cortarlos, o coserlos, o peinarlos. Un fantástico grupo con el que me lo paso muy bien y estoy aprendiendo una burrada. El miércoles repetimos ensayo, que como estamos con el calendario amenazante hay que espabilar.

El martes comencé el día subiendo la foto de la rosa que acompaña este artículo, al facebook. Mala calidad, ya lo sé, pero después de mucho tiempo estaba con ganas de hacer una foto con el móvil y subirla. Después de trabajar tuve homenaje, como vieja gloria que soy, aunque más vieja que gloria. Celebramos el 25 aniversario de la creación del Grupo Municipal Socialista de Barajas y nos hicieron un homenaje a los que fuimos parte de él en algún momento de estos 25 años. Contento de encontrarme con un montón de compañeros, con algunos compañeros-jefes, como Barranco o Lissavetzky, y con muchos representantes de las asociaciones del distrito. Fue una cosa bastante divertida y bien organizada, innovadora, como todo lo que hacemos en Barajas.

El miércoles, ya lo he dicho, repetí ensayo. Y antes, durante la mañana, me pellizcaba porque no me llegaba a creer que la calma que se había instalado el lunes en mi trabajo aún continuara.

Ayer jueves la semana se fue redondeando. Recibí un correo de los sindicatos en el que nos contaban que la empresa había dado marcha atrás en su intento de ponernos una nueva MSCT (Modificación Sustancial de las Condiciones de Trabajo). Querían aplicarnos esa salvajada de la reforma laboral del PP por la que pueden disponer a su libre antojo de 170 horas anuales. El trabajo conjunto de los sindicatos ha conseguido paralizarlo. Y también hay que agradecérselo a los trabajadores de HP. Ellos, que iban más adelantados en estas pretensiones, hicieron huelga indefinida, que le ha costado a su empresa un dineral en pagos, por incumplimiento de contrato, a las empresas a las que dan servicio. Mi empresa vio las barbas de su vecino rapar….. Y han dejado claro cuál es el camino para la próxima vez que intenten algo similar.

Y por la tarde estuve con los compañeros con los que voy a ir a la Convención Municipal de Madrid. Es este finde, y ayer estuvimos viendo el documento. La verdad es que no me gusta mucho el contenido pero, como estoy con los cristales rosas, estoy seguro de que con las aportaciones de todos se mejorará sustancialmente. Que para eso vamos a la convención, a aportar.

Hoy viernes he terminado mi primera semana triunfal en el trabajo; después de cuatro meses horrorosos, una semana entera de calma, con muchísimo trabajo, pero en paz. Antes he estado en el médico. Iba a ponerme la segunda dosis de la antitetánica, porque me mordió un perro hace un mes, pero no ha sido posible. No había en el centro de salud. La han pedido “urgente” hace tres días, pero hasta el martes de la semana que viene no llega. Así que el miércoles repetiré intento. Una pena penita lo que está haciendo con la sanidad el PP. Pero como estoy con mis cristales rosas, me quedo con la alegría de haber estado con unos trabajadores, todos los sanitarios, que con su lucha están consiguiendo que se acojonen las empresas que se iban a repartir la sanidad pública de Madrid. Tenía casi una sensación de euforia al estar en el Centro de Salud, y me hubiera gustado gritar “chicos, que habéis ganado, que hemos ganado”. Los cristales rosas me permiten ver, pero tampoco me vuelven loco y me hacen ponerme a gritar….aunque no ha sido por falta de ganas.

Ahora, por la tarde, estoy con esto para el blog, y terminando de redactar mis aportaciones para la convención municipal. El sábado y el domingo me dedicaré a eso, a buscar soluciones para la ciudad de Madrid.

Y acabaré así una semana buena, una semana positiva. Alguno se preguntará que cómo puedo estar contento con la que está cayendo. Y sí, ya sé que el rojo de las gafas no pega con el rosa de los cristales. Vale, voy un poco hortera, pero feliz. Dejadme que lo esté aunque sólo sea por una semana, que mi salud mental necesita de vez en cuando ciertas dosis de alegría.


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