Empresarios y sinvergüenzas

Un empresario es una persona que tiene una idea de negocio, que tiene o pide dinero para invertirlo en lo que necesita para llevarlo a cabo, y que contrata los trabajadores igualmente necesarios. Un empresario entiende que estos trabajadores son un elemento imprescindible, y los ve como colaboradores necesarios, y tiene con ellos unas relaciones de complicidad humana en un proyecto común. Procura para ellos lo mejor, porque su bienestar es el bienestar de la empresa, y cuando, con gran dolor, tiene que despedir a alguno después de haber intentado evitarlo por todos los medios, desea que estén en las mejores condiciones posibles, con un Estado (una sociedad) que les garantice cobrar el paro y formación hasta que encuentren otro trabajo. Y cuando un trabajador se va por razones de edad, esperan que el Estado (la sociedad) les garantice una jubilación digna.

Un sinvergüenza trata la parte de idea de negocio y de necesidad de financiación igual que un empresario, pero en el tema del personal se comporta de manera completamente distinta: no establece ninguna complicidad con el trabajador, le usa y abusa como si de un máquina se tratara, a la que tirar a la basura cuando ya no es necesario. Le importa un bledo si cobra paro o no, y si parte de ese paro depende de su aportación, intenta eliminarlo. Intenta buscar fórmulas para no tener que pagar ni un duro de indemnización, y protesta cuando tiene que aportar dinero para garantizar el Estado de Bienestar para sus trabajadores.

El Presidente de la CEOE, ¿Presidente de los Empresarios Españoles? no quiere pagar la seguridad social, no quiere sanidad pública, ni paro, ni pensiones para los jubilados. El PP apoya que se haga una reforma laboral basada en estos términos. ¿Son empresarios o sinvergüenzas?. ¿Son políticos o sinvergüenzas?.