Hay doscientas cosas que me preocupan antes que el Jefe del
Estado. Pero parece que hay que posicionarse sí o sí, así que me posiciono.
Soy republicano. No entiendo que alguien por ser hijo de su
padre pueda ejercer la jefatura del Estado. Es algo que hay que cambiar, y
cuanto antes mejor. Pero creo que ahora no es el momento. Razones:
Siempre he estado en contra de “legislar en caliente”. Igual
que creo que cuando violan y matan a una chica no es el momento de cambiar el
código penal, porque si hubiera un referéndum saldría que se quemara en la
hoguera al violador asesino y a cualquiera que pasara por allí, legislar en
caliente sobre la monarquía puede provocar los mismos errores. Desconozco las
razones de la urgencia. Este movimiento ciudadano se podía haber producido hace
un año, o se puede producir dentro de uno. El que Felipe sea VI o no no impide
que podamos hacer un referéndum para cambiar el modelo. Se puede hacer con
calma y las cosas suelen salir mejor así.
Creo que ahora el tema divide a la sociedad española, no sé
si al 50% o si los porcentajes son
otros. Apoyar causas de división creo que es un error. Para avanzar, para salir del fango, necesitamos estar lo más unidos
posibles. Busquemos puntos de encuentro y no temas que nos van a dividir.
Por otro lado, ¿sabemos qué República queremos?. Porque no
basta con cambiar el Título de la
Constitución referido a la Jefatura del Estado. Si se toca algo tan importante
es para hacer un cambio profundo. ¿Nos pondremos de acuerdo una parte
significativa de la población en si queremos una España sin autonomías, como
quiere UPyD, o con las que hay, como quiere el PP, o con modelo federal, como
quiere el PSOE, o como quiere Podemos…? ¿Cómo quiere Podemos que sea España? Y
esa República ¿es con Cataluña o sin ella, con el País Vasco o sin él, con
Galicia, Andalucía, Canarias, o sin ellos?
El pacto constitucional se puede romper para hacer uno nuevo
pero ¿hay alguna posibilidad de un nuevo pacto ante posturas tan dispares? Creo
que no. Podría organizarse un referéndum en el que ganase la República,
suponiendo que ganase ¿y luego qué?. Íbamos a ser incapaces de cambiar la
Constitución acercando todas las posturas, como se hizo entonces. No,
pongámonos de acuerdo primero en cómo debe organizarse el Estado y luego
buscaremos cual es el mejor modelo para dirigirlo. Si nos ponemos de acuerdo
para organizar el Estado, el referéndum sobre monarquía o república se puede
hacer, dentro de seis meses, o un año, aunque Felipe ya sea VI. No es ahora o
nunca. Es ahora, legislando en caliente, o luego, después de habernos puesto de
acuerdo.
Sobre la postura del Partido Socialista me parece la
correcta. Pero si algún militante cree que no, lo tiene fácil: pedir al
secretario general de su agrupación que convoque una asamblea
extraordinaria para votar si referéndum
sí o no. Y así en todas las
agrupaciones. El resultado tendría que será asumido por la dirección del
partido. Es simple. Ejerzamos nuestro derecho a expresarnos en asamblea y
acatemos la voz de la mayoría de los militantes, sea cual sea esa mayoría, que
no está tan claro. El creer que el partido tiene que hacerme caso porque repito
muchas veces una idea en Facebook es una forma un poco extraña de plantearse la
política. El partido, su dirección, hará caso a lo que diga la militancia
reunida en asambleas. Y si acaso Rublacaba, malo malísimo, no escuchara, los
que se presentaran a secretario general dentro de un mes tendrían claro qué es
lo que tienen que apoyar si quieren salir. Es sencillo, es democrático, es
real reflejo de lo que piensa la militancia, y no sólo de aquellos que son más
activos en las redes sociales.
Seamos democráticos y ejerzamos nuestro papel como
militantes. No nos quedemos esperando que la dirección decida y, cuando lo hace,
si no nos gusta, montar un escándalo.
No, la fuerza la tenemos nosotros, el conjunto de los militantes. Ejerzámosla.
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